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La
minería es un componente integral de la seguridad de las blockchains
Proof of Work. Al procesar computacionalmente
hashes con determinadas propiedades, los participantes son capaces de proteger las redes de las
criptomonedas sin necesidad de una autoridad central.
Cuando
Bitcoin fue originalmente lanzado en 2009, cualquiera con un PC ordinario podía competir contra otros mineros tratando de adivinar el hash válido del siguiente
bloque. Ello se debía a que la
dificultad de minado era baja. No había mucha
hash rate (tasa de hash) en la red. Por consiguiente, no necesitabas un hardware especializado para añadir nuevos bloques a la
blockchain.
Lógicamente, los ordenadores que podían computar más hashes por segundo encontraban más bloques. Y esto provocaría un cambio importante en el ecosistema. Al luchar por encontrar una ventaja competitiva, los mineros acabarían entrando en una especie de "carrera armamentística".
Después de iterar a través de distintos tipos de hardware (
CPUs, GPUs, FPGAs), los mineros de Bitcoin acabarían adoptando los ASICs –
Circuitos Integrados de Aplicación Específica. Estos dispositivos mineros no te permiten navegar a través de Binance Academy o tuitear fotos de gatos.
Como su nombre sugiere, los ASICs se fabrican para ejecutar una única tarea: computar hashes. Pero al haber sido diseñados para este propósito específico, lo cumplen increíblemente bien. De hecho, tan bien, que utilizar otro tipo de hardware para minar Bitcoin se ha convertido en algo bastante infrecuente.
Un buen hardware sólo te ayudará hasta cierto punto. Podrías tener en funcionamiento varios
ASICs de gran potencia, y seguirías siendo solo una gota dentro del océano de la minería de
Bitcoin. Las posibilidades de que acabes minando un
bloque son bastante escasas, incluso aunque hayas gastado un montón de dinero en hardware y en la electricidad necesaria para tenerlo en funcionamiento.
No hay garantías respecto a cuándo recibirás como pago una
recompensa de bloque, ni siquiera
si llegarás a cobrarla en algún momento. Si un ingreso constante es lo que buscas, tendrás mucho más éxito en un mining pool.
Pongamos que tú y otros nueve participantes tenéis, cada uno, un 0,1% de la potencia de "hash" total de la red. Esto significa que, de media, esperarás encontrar uno de cada mil bloques. Partiendo de una estimación de 144 bloques minados por día, probablemente encontrarías un bloque cada semana. En función de tu liquidez e inversión en hardware y electricidad, este planteamiento de “minar en solitario” podría ser una estrategia viable.
Sin embargo, ¿qué ocurre si este ingreso no basta para generar beneficios? En dicho caso, podrías unir fuerzas con los otros nueve participantes que hemos mencionado. Si todos combinarais vuestra potencia de "hash", tendríais el 1% del
hash rate (tasa de hash) de la red. Esto significa que encontraríais, de media, uno de cada cien bloques -es decir, una estimación de entre uno y dos bloques al día. A continuación, podríais dividir la recompensa y compartirla entre todos los mineros involucrados.
En resumidas cuentas, acabamos de describir lo que es un pool de minería. Éstos se usan ampliamente hoy en día debido a que garantizan a sus miembros un flujo de ingresos más constante.
Habitualmente, un pool de minería designa a un coordinador que estará a cargo de la organización de los mineros. Éste se asegurará de que los mineros utilicen diferentes valores para el
nonce, para que así no malgasten potencia de hash tratando de crear los mismos bloques. Los coordinadores son también responsables de dividir las recompensas y pagárselas a los participantes. Para calcular el trabajo realizado por cada minero y recompensarlo como es debido, se utilizan una serie de métodos distintos.
Uno de los sistemas de retribución más típicos es el Pay-Per-Share (PPS). En este sistema, recibes una cantidad fija por cada “share” (participación) que hayas enviado.
Un Share es un hash utilizado para realizar un seguimiento del trabajo de cada minero. El monto pagado por cada share es nominal, pero se acumula con el tiempo. Ten en cuenta que un share no es un hash válido dentro de la red. Es simplemente uno que coincide con las condiciones establecidas por el pool de minería.
En PPS, se le recompensa si tu pool resuelve o no un bloque. El operador del pool asume el riesgo, por lo que probablemente cobrará una tarifa considerable, ya sea por adelantado de los usuarios o de la eventual recompensa en bloque.
Otro esquema popular es Pay-Per-Last-N-Shares (PPLNS). A diferencia de PPS, PPLNS sólo recompensa a los mineros cuando el pool mina con éxito un bloque. Cuando el pool encuentra un bloque, verifica la última N cantidad de acciones enviadas (N varía según el pool). Para obtener tu pago, divides el número de shares que has enviado por N, luego multiplica el resultado por la recompensa en bloque (menos el corte del operador).
Pongamos un ejemplo. Si la recompensa de bloque actual es de 12.5 BTC (asumiendo que no hay tarifas de transacción) y la tarifa del operador es del 20%, la recompensa disponible para los mineros es de 10 BTC. Si N fuera 1,000,000 y tu proporciaste 50,000 shares, recibirás el 5% de la recompensa disponible (o 0.5 BTC).
Puedes encontrar varias variaciones de estos dos esquemas, pero son los que escucharás con más frecuencia. Ten en cuenta que mientras hablamos de Bitcoin, las criptomonedas PoW más populares también tienen grupos de minería. Algunos ejemplos incluyen Zcash, Monero, Grin y Ravencoin.
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Las campanas de alarma pueden sonar en tu cabeza mientras lees este artículo. ¿La razón por la que Bitcoin es tan poderoso no es porque ninguna entidad controla la
blockchain? ¿Qué sucede si alguien obtiene la mayor parte del poder de hashing?
Estas son preguntas muy válidas. Si una sola entidad puede adquirir el 51% del poder de hash de la red, puede lanzar un
ataque del 51%. Eso les permitiría censurar las transacciones y revertir las antiguas. Tal ataque puede causar daños masivos a un ecosistema de criptomonedas.
¿Los pools de minería aumentan el riesgo de un ataque del 51%? La respuesta es: tal vez, pero no es probable.
Desglose de la tasa de hash de 24 horas por pool el 16 de abril de 2020. Fuente:coindance.com
En teoría, los cuatro pools principales podrían coludir para secuestrar la red. Sin embargo, eso no tendría mucho sentido. Incluso si logran llevar a cabo un ataque, el precio de Bitcoin probablemente caería en picada ya que sus acciones socavarían el sistema. Como resultado, las monedas que hayan adquirido perderán valor.
Además, los pools no necesariamente poseen el equipo de minería. Las entidades apuntan sus máquinas hacia el servidor del coordinador, pero son libres de migrar a otros pools. Es en el mejor interés de los participantes y los operadores de los pools mantener el ecosistema descentralizado. Después de todo, solo ganan dinero si la minería sigue siendo rentable.
Ha habido algunas ocasiones donde los pools han crecido a lo que podría considerarse un tamaño preocupante. En general, el pool (y sus mineros) toman medidas para reducir la tasa de hash.
El panorama de la minería de
criptomonedas cambió para siempre con la introducción del primer pool de minería. Pueden ser muy beneficiosos para los mineros que desean obtener un pago más consistente. Con muchos esquemas diferentes disponibles, seguramente encontrarán el que mejor se adapte a sus necesidades.
En un mundo ideal, la minería de
Bitcoin sería mucho más descentralizada. Por el momento, sin embargo, es lo que podríamos llamar "suficientemente descentralizado". En cualquier caso, nadie se beneficia de un pool único que obtenga la mayoría de la tasa de hash a largo plazo. Es probable que los participantes eviten que suceda; después de todo, Bitcoin no es administrado por los mineros, sino por los usuarios.