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Tokenomics

Tokenomics

Principiante

La palabra "tokenomía" se forma por la combinación de dos palabras, "token" y "economía". Nos permite ver cómo funciona un token, junto con varios factores que pueden afectar su valor. Esto incluye el suministro de tokens, cómo se emite y la utilidad del token. Un proyecto con una buena tokenomía suele fomentar la compra y el holding de su token, lo que resulta en una mayor demanda y un precio más alto del token. Por el contrario, una plataforma mal diseñada podría no atraer a tantos inversores.

Cada proyecto de criptomoneda es como una pequeña economía, con su propia política monetaria única. La tokenomía decide cómo se distribuyen los tokens y para qué se utilizan. Se trata esencialmente del equilibrio entre la oferta y la demanda, que afecta el valor del token. Por ejemplo, un token con un propósito útil en su ecosistema probablemente tendrá una mayor demanda que uno sin un uso claro.
La tokenomía también desempeña un papel en la gobernanza. En algunos proyectos de criptomonedas, si posees tokens, puedes opinar sobre la dirección del proyecto. Esto significa que los holders de tokens pueden votar sobre decisiones importantes, como qué funciones agregar o cómo cambiar la distribución de tokens.

Una característica clave de las criptomonedas, que las diferencia del dinero tradicional, es que sus reglas están escritas en código. Esto las vuelve transparentes, pero también difíciles de cambiar. Tomemos a Bitcoin como ejemplo. Bitcoin tiene un suministro máximo de 21 millones de monedas, que se introducen en el sistema a través de un proceso llamado minería, en el que las personas reciben recompensas de Bitcoin por validar transacciones. El monto de esta recompensa se reduce a la mitad (halving) cada cuatro años, lo que garantiza que el último Bitcoin se minará aproximadamente en el año 2140. Estas reglas, integradas en el código de Bitcoin, hacen que su política monetaria sea predecible.

Una tokenomía sólida garantiza que la valoración de un token esté estrechamente ligada a su uso en el mundo real y a la demanda dentro de su ecosistema. Una tokenomía bien pensada puede alinear los intereses de todos los involucrados en el proyecto, desde los desarrolladores hasta los primeros inversores y los usuarios, creando una economía digital sostenible y próspera en torno al token.