Oliver Gingold, un empleado de Dow Jones, utilizó por primera vez el término “blue chip” en 1923 para describir acciones que cotizaban a 200 USD o más por acción. El término se originó a partir del esquema de colores de las fichas de póquer: entre las fichas azules, blancas y rojas, las fichas azules tenían el mayor valor. Hoy en día, las acciones “blue-chip” no son necesariamente solo acciones costosas. Más bien, son acciones de empresas que se consideran ampliamente de alta calidad, que resistieron las pruebas del tiempo y demostraron su salud financiera.
Adopción institucional
Dicho esto, los tokens blue-chip no son inmunes a la volatilidad inherente del mercado. Aún así, estas monedas normalmente no pierden tanto valor como la mayoría de las otras criptomonedas cuando el mercado de activos digitales baja.
Sin embargo, ni la prominencia ni la reputación pueden garantizar ganancias futuras. Por eso, es importante que siempre realices tu propia diligencia debida y un seguimiento de las noticias relacionadas al sector para tomar decisiones fundamentadas con una información sólida.
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