En los mercados financieros, un contrato de futuros es un acuerdo para comprar o vender un activo a un precio determinado en un momento específico en el futuro. A diferencia de los mercados spot tradicionales, las operaciones de futuros no se liquidan al instante. En su lugar, el comprador y el vendedor intercambiarán contratos que definan la liquidación en una fecha futura.
En las finanzas tradicionales, los inversores, las corporaciones y los gobiernos utilizan los contratos de futuros para gestionar el riesgo y protegerse contra la volatilidad de los precios de los activos. Estos derivados extraen su valor de un activo subyacente y se negocian "over-the-counter" o en una bolsa de inversiones.
Un contrato perpetuo es parecido a un contrato de futuros tradicional, pero la diferencia clave es que los contratos perpetuos no tienen fecha de vencimiento.
En otras palabras, si bien tanto los contratos perpetuos como los contratos de futuros tradicionales permiten a los traders especular sobre los movimientos de precios, los contratos perpetuos carecen de fechas de vencimiento y liquidación. Esta distinción clave aborda cuestiones relacionadas con los costos de mantener la posición y las posibles diferencias de precio entre el mercado de futuros tradicionales y el mercado spot.
1. Precio de referencia: garantiza que el precio coincida con el precio Spot para evitar manipulaciones del mercado.
2. Margen inicial y de mantenimiento: es fundamental para gestionar el riesgo, especialmente el margen de mantenimiento, que desencadena la liquidación automática.
3. Comisión de financiación: implica los pagos entre los holders de posiciones long y short en función de las posiciones abiertas actuales, y las tasas de financiación posteriores determinan quién será el pagador y quién el beneficiario.
Cuando el mercado es alcista, la tasa de financiación suele ser positiva. Los traders con posiciones long pagarán a los que estén operando en short. En cambio, la tasa de financiación suele ser negativa cuando el mercado es bajista y, en este caso, los traders con posiciones short pagarán a los que operan en long.
4. Riesgo: permite el trading apalancado en el que el tamaño de las órdenes puede superar significativamente el monto de garantía inicial.
Aunque el apalancamiento puede amplificar las ganancias, también aumenta proporcionalmente el potencial de sufrir mayores pérdidas. Los traders deben actuar con precaución y tener una comprensión clara de las implicaciones del apalancamiento y las estrategias de gestión de riesgos necesarias para mitigar las posibles pérdidas.
En la industria cripto, el mercado de futuros ha crecido rápidamente, con un volumen de trading mensual que alcanza los billones de dólares. Los futuros de criptomonedas son contratos financieros que representan el valor de una criptomoneda específica y permiten a los traders especular sobre sus movimientos de precio futuros sin poseer el activo subyacente. Estos contratos implican acuerdos para comprar o vender una criptomoneda a un precio y fecha predeterminados en el futuro.
Al igual que los contratos de futuros tradicionales, los futuros de criptomonedas sirven como un instrumento para que los inversores se protejan frente a las fluctuaciones de precios y especulen con los precios futuros de las criptomonedas. Ofrecen un medio de diversificación de cartera y admiten diversas estrategias de trading.
1. Flexibilidad: permite a las personas que no disponen de criptomonedas especular sobre los precios de las criptomonedas mediante el uso de stablecoins u otras criptomonedas.
2. Apalancamiento: permite a los traders ganar exposición a una criptomoneda con solo una fracción de su costo total.
3. Liquidez: los mercados de criptofuturos cuentan con una gran liquidez, lo que reduce los riesgos potenciales asociados a entrar y salir de posiciones.
4. Diversificación de carteras: apoya el desarrollo de estrategias de trading sofisticadas, como la venta en short, el arbitraje y el trading de pares.